martes, 12 de noviembre de 2013

Cementerio olvidado

Cementerio olvidado

Desde este blog queremos compartir una carta del ex Intendente Municipal, Dr. Alfredo J. Bría, que fuera publicada en un periódico regional hace ya cuatro años, pero, por la falta de respuestas a este reclamo durante ese período, hoy tiene plena vigencia.

Jueves, 11 de junio de 2009

Una Ciudad hermosa que crece, con un cementerio olvidado 

No tengo la menor duda de que Morteros es una de las más hermosas ciudades de mi provincia, con gente dispuesta y solidaria.

     Todas las autoridades en su momento hicieron todo lo posible por no detener su crecimiento y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

     El pueblo es uno solo con toda la complejidad de servicios que tiene.

     Lo veo crecer en mis visitas, cómo se construye tanto en lo privado como en lo Municipal, nuevas calles, tal vez nuevos barrios, pero no todo es bueno, existe un lugar muy caro a los sentimientos de todos, que lo noto día a día más abandonado, sí, el Cementerio en especial el que llamamos "Parque".

     Nació por necesidad, las circunstancias hicieron que tomáramos la determinación de hacerlo porque el "Viejo" estaba bajo agua, fueron años de mucha tristeza.

     Lejos está el Cementerio Parque de ser tal, basta con ver, los muros todos enmohecidos, los cerámicos de los techos despegados, veredas levantados por las raíces de los árboles, etc.

     Respetuosamente les digo a los responsables Municipales que el Cementerio Parque está perfectamente establecido por ordenanza y reglamentado su uso.

     Digo esto por que con tristeza veo que los enterramientos en tierra, se hacen con cajones de plástico, cuando deben ser de madera; segundo, la identificación del fallecido por una lápida, totalmente desvirtuada, me hace acordar a la Difunta Correa, cada uno haciendo, seguramente con todo cariño por su ser querido, lo que le parece mejor, lo que hizo perder el sentido de igualdad y normalización del enterramiento.

     Dónde están las flores que era un homenaje permanente para todos lo difuntos, el rosedal del frente, los canteros llenos de flores, ¿dónde están?

     Es bueno que nos ocupemos del centro, de mejorarlo, asfaltar calles, ensanchar otras, todo es bueno, pero el lugar final de todos, ¿por qué está en esas condiciones?

     Es triste ver también que en los nichos, cada uno hace lo que le parece mejor, ya no se respeta nada de o qué está establecido.

     Es hora de que se le de el tratamiento de respeto, limpiando, pintando, poniendo flores y, sobre todo, de ahora en más, que se cumpla la ley u ordenanza por la que fue creado.

     Lo expresado con respeto, pero con mucha preocupación, apunta a que las autoridades Municipales tomen medidas y pronto tengamos el lugar que todos visitábamos con mucho gusto, porque nos encontrábamos con un lugar digno para que descansen en paz nuestros queridos muertos, y al mismo tiempo era un lugar de recogimiento, por la belleza que era, ¿o estoy equivocado?

     Respetuosamente.

Alfredo "Negro" Bría - DNI 6.419.670



viernes, 4 de octubre de 2013

Los ni-ni de Argentina

Los ni-ni de Argentina

Hace unos días se publicó en algunos medios periodísticos la alarmante cifra de jóvenes que ni estudian ni trabajan en Argentina.

     Nos interesó el tema y es por eso que decidimos compartirlo contigo. Hemos solicitado el permiso a la autora de este blog, Mary Pieroni, para traerte un comentario que, más que interesante, asusta, da miedo... Miedo por nuestro futuro, por el futuro de nuestras familias y el del país como nación.

     Léelo y luego haznos un comentario. También puedes compartirlo con tus familiares y amigos.

     Este es el editorial del martes 24 de septiembre de 2013 (09:23) escrito y leído por el periodista Miguel Cello (1) en su programa "Antes que sea tarde", puesto al aire de lunes a viernes desde la hora 9 por LT10 Radio de la Universidad Nacional del Litoral de la ciudad de Santa Fe, capital de la provincia homónima.

     "Sé que lo más urgente para el ciudadano común es la economía, la inseguridad, el trabajo. Claro y de hecho yo también estoy preocupado por eso, por mi futuro pero sobre todo por el de mis hijos. Pero no debiera ser esa la lógica de nuestros dirigentes, que deberían abordar estas necesidades con más sensatez y seriedad. Eso implica saber de dónde vienen esos problemas y atacar sus causas, aunque en ello expiren sus mandatos y hasta su vida. Sé también que pocos, por no decir nadie, irá con la bandera de la educación como principal propuesta electoral, pero alguna vez nos daremos cuenta que es el origen de todos los males y de todas las soluciones. Mientras abarrotamos las calles de policías, de móviles, de cámaras de seguridad, de rejas en nuestras casas y las comisarías y cárceles se llenan de delincuentes pobres, nadie parece reparar en estos números.

     La calidad educativa en nuestro país va de mal en peor: el 52% de los adolescentes argentinos no comprenden lo que leen y sólo el 44% termina el secundario en tiempo y forma. Pero algunos y especialmente miembros del oficialismo nacional, están muy interesados en bajar la edad de imputabilidad penal de los menores. Es decir, reprimir las consecuencias y no atacar las causas. Hay más, Argentina ocupa el puesto número 7 respecto de su calidad educativa en la región y más del 15 % de los jóvenes integran el grupo "ni, ni”: ni estudian, ni trabajan. Si repasamos las últimas "calificaciones" que obtuvo la Argentina en el grupo de exámenes internacionales que luego permiten construir los índices e indicadores de calidad educativa de todos los países del mundo, los números nos atraviesan como dagas a toda la sociedad.

     Porque las cifras demuestran que la cuestión acerca de la calidad educativa es un desafío urgente e involucra a todos los argentinos y aleja la imagen de la Argentina calificada, que supo ser el país modelo y con la mejor educación de América Latina hace no más de 50 años. La organización ciudadana, el respeto (en todas sus facetas), los roles sociales paradigmáticos (papá, mamá, la maestra, el policía), y el sentido de pertenencia e identidad nacional que existían en ese entonces, se fueron diluyendo hasta ingresar los argentinos en la era de la globalización, tremendamente devaluados en nuestros valores más profundos, sin un proyecto claro y compartido de país, y tan acuciados de problemas que los gobiernos consideran un logro simplemente el superar los conflictos del día a día.

     Más allá de las buenas intenciones, que generalmente quedan sólo plasmadas en el papel pero no en los hechos cotidianos, el tema de la educación como eje de la transformación social, política y moral aún no está instalado como prioritario en nuestra sociedad, ni menos en la agenda de la clase política, salvo honrosas excepciones. Sólo a partir de su consideración como tal, podremos atesorar la esperanza de un futuro mejor para nuestro país y sus habitantes. Por ello, si en plena “Era del Saber” como valor agregado, no incorporamos a la Educación en primerísimo lugar al debate de los males que nos aquejan y cómo salir definitivamente de ellos, no una batalla, la guerra estará perdida".


     También el diario La Voz del Interior de la ciudad de Córdoba se hizo eco de esta información. El pasado sábado 28 de septiembre, en un espacio bastante reducido y poco destacado de su edición en papel, el matutino cordobés titulaba "900 mil jóvenes que no estudian ni trabajan".

     He aquí el texto:

     "Al menos 900 mil jóvenes de 16 a 24 años no estudian ni trabajan en el país, en un contexto nacional de pobreza estructural que afecta al 22 por ciento de la población y de desigualdad social que triplica la que había en la década del setenta. Ese panorama fue trazado por el ex Secretario de Política y Desarrollo de la Nación. El ex funcionario instó, en ese contexto, a "desconcentrar y a re-diseñar los planes sociales de ayuda" que ofrece el Estado nacional, en virtud de que "el 70 por ciento de ellos está en manos de la Nación, el 23 por ciento en el nivel provincial, y sólo el 7 por ciento a cargo de los municipios que son los que saben las necesidades específicamente locales".

     'Tenemos a nivel país por lo menos 900.000 jóvenes que no estudian ni trabajan, la generación ni-ni', planteó Arroyo" (2).


(1) Miguel Adolfo Cello (h) Integró el grupo de periodistas de LRA 14 Radio Nacional de Santa Fe (1983-1989), y desde 1989 desarrolla una interesante labor en LT10, la Radio de la Universidad Nacional del Litoral. Colabora en ediciones del diario vespertino “El Litoral” y en programas de Canal 13 Santa Fe de la Vera Cruz.

(2) Daniel Arroyo, Licenciado, ex ministro de Desarrollo Social de la Provincia de Buenos Aires, ex Secretario de Política y Desarrollo de la Nación, actual presidente de Red Par (Red Prioridades Argentinas).


Fuentes consultadas: lt10digital.com.ar - sepaargentina.com.ar - lavoz.com.ar



sábado, 21 de abril de 2012

Los leí y me sirvieron

Yo te avisé. Lo que los políticos hacen y nosotros no queremos ver, de Romina Manguel.


¿Por qué gran parte de los argentinos nos mostramos sorprendidos -o incluso indignados o defraudados- con los presidentes que hemos llevado al gobierno con nuestro voto a poco de que empiezan a ejercer su cargo? se pregunta la autora. Y sigue diciendo:  "la 'sorpresa' sería comprensible si alguno de ellos hubiese sido un recién llegado a la política…”

     Jorge Fernando Díaz, en su prólogo, señala: “Romina Manguel pone, con este libro periodístico, el dedo en la llaga. El título lo dice todo”.

     Lo leí y fui repasando lo hecho por Menem, De la Rúa, Kirchner, Fernández de Kirchner, además de Scioli y Macri, Cobos, entre otros y tiene razón Romina Manguel: estábamos avisados.

     ¿Alguna vez reaccionaremos?

     Recomiendo leerlo.

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Bienvenido dolor, una invitación a desarrollar la voluntad de ser feliz, de Pilar Sordo.

La autora dice: “La llegada del dolor es inevitable, pero la elección por el sufrimiento depende enteramente de nosotros”.

     La psicóloga chilena nos invita, en este libro, a conocer, mirar, tocar y hacernos amigo del dolor con herramientas que nos ayudarán a ser felices, a caminar sanamente por los duelos.

     Nos habla de las cuatro etapas del duelo: el shock, la rabia, la pena y la reconciliación con el duelo.

     ¿Es que alguno está  libre del dolor?

     Exhorto a leerlo.

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La audacia y el cálculo - Kirchner 2003-2010, de Beatriz Sarlo.

“Despótico, decidido, autoritario, valiente, rápido, ambicioso, sectario, inteligente, hipócrita…” algunos adjetivos con los que la autora define al difunto ex presidente.

     Explica de qué manera Kirchner construyó poder -la multiplicación de la fortuna personal como garantía de que, incluso perdiendo elecciones, siempre estaría armado para volver- ganó porciones del PJ e inspiró un raro misticismo en los progresistas. Gran calculador y sin embargo audaz, peleó todas las batallas e ignoró el retroceso.

     Es denso, pero profundo. Aún lo estoy leyendo.


Mary Pieroni
E-mail: marypieroni@hotmail.com



jueves, 12 de abril de 2012

Dónde estaba cuando ocurrió?

¿Dónde estaba cuando ocurrió? ¿Cómo y cuándo me lo perdí?

     Porque recuerdo que la palabra valía y cuando decíamos: “te veo a las 10” no eran las 11, ni las 12. Porque cuándo enviabas una carta lo lógico era que te respondieran.

     Que cuando tenías un talento, un don, lo ofrecías generosamente, aunque sea de manera ocasional, como un servicio al prójimo.

     Antes era la sumisión total… Ahora es la rebeldía desenfrenada. ¿Cuándo saltamos de un extremo a otro  como si no existiera el punto medio, el del equilibrio?

     Para los festejos recibías una invitación y te sentías favorecida porque te tenían en cuenta y era “invitación con todo incluido”; nadie se imaginaba que los invitados pagaran el festejo.

     Semana Santa era eso: “santa”… silencio exterior e interior para reflexionar solo y en familia. ¡Baile un viernes santo, impensado!

     Tu amigo era alguien en quien confiabas y aunque lo que abunda no daña, lo que es amigo, amigo, casi es imposible tener muchos; el resto son conocidos, porque la confianza la depositabas y la seguís depositando, casi seguro, en uno solo.

     Papá trabajaba; mamá atendía la casa y educaba a los niños: La vida era tan dura como ahora, pero las necesidades materiales eran menores porque antes se vivía con menos cosas. Pilar Sordo, en su libro “Bienvenido dolor”, expresa: “Mi abuelita que tiene 95 años me planteó su preocupación por la generación de las personas de cuarenta años y menos porque, según ella, nuestra generación tiene todo lo que ella cuando era joven hubiera querido tener para hacerse la vida más fácil; con esto se refería a un hervidor de agua eléctrico como a un remedio para el cáncer. La pregunta que ella se hacía era por qué teniendo todos esos elementos que aparentemente “llegaron para solucionarnos la vida”, ella veía a más gente riendo a carcajadas entre la gente de su generación que en la nuestra”.

     Otra cosa que Sordo enuncia es que “descubro con asombro, sorpresa y curiosidad, que existe un fenómeno social que por determinada razón, en algunos países nos hace valorar, respetar y considerar a la gente de mal genio como madura, confiable, creíble, sólida y respetable. Esas personas con el ceño fruncido, sin ninguna sonrisa y víctima de bruxismo (mandíbula apretada), extrañamente son consideradas como posibles referentes intelectuales, sociales y afectivos en ciertos países. El otro, en cambio, el que tiene una actitud cariñosa y positiva y una cara distendida, afable y sonriente, independiente de los problemas que pueda estar viviendo; esa persona que motiva a los demás, que siempre les dice que todo será mejor, que sube el ánimo a cualquiera y que es cordial con todos los que encuentra en el día, necesitaría terapia y algún tipo de asistencia psicológica. A este ser, la mayoría de las veces se le considera inmaduro, livianito y con poco contenido intelectual; todo el mundo lo regaña pidiéndole encarecidamente que madure, ya que la vida no es una fiesta y se espera de él o de ella, que en algún momento siente cabeza”.

     Reímos menos, y un arma invalorable para la vida, “la carcajada” o la risa que tienta, desaparecieron, privándonos de herramientas a favor de la salud, magníficas.

     Indudablemente me perdí el cambio; espero que no haya sido por mirar para otro lado.

     ¿Será que los años no vienen solos e imito lo que me irrita: el rezongo?

     Siempre todo cambia. Bendito sea si es para ser un poco más felices. Pero, ¿lo somos? Evidentemente que todo es distinto. Pero ¿mejor?

     Propongo la esperanza porque es una luz con la que llegamos al mundo y es necesario cuidar. La levanto como una bandera y la mantengo firme mientras sonrío aunque acechen las arrugas… porque sonreír siempre es gratificante para el otro y para uno.


Mary Pieroni
E-mail: marypieroni@hotmail.com